¿Cuánto sabemos sobre el tema?
Todo proceso de creación comienza con el movimiento de lo masculino que se siente atraído hacia lo femenino. Es la idea, el impulso, el pensamiento, es el poder maculino el que penetra en el universo femenino. Lo femenino sin lo masculino es caos, es una experiencia maravillosa de caos. Ella necesita del orden de los masculino para expandir y completar la creación. La energía femenina es impersonal, ella no juzga, su trabajo universal es tomar lo que se la da y multiplicarlo sin juicios. Ella acepta como verdadero lo que él le da. Ella moldea y expresa las ideas de él. Ella convierte en sentimientos los pensamientos que él le proveé y ella realiza el milagro: la fusión de ambos, los dos se hacen uno a través de ella.
El encuentro entre lo masculino y lo femenino ocurre todo el tiempo en todos los pedazos de nuestra realidad. Ellos se reúnen y hacen el amor, se vuelven uno. Él se separa de sus sentidos para ir en busca de su amada; ella no desea cambiar a su hombre, ella desea amarlo tal cuál es. Como resultado, ella da vida a una realidad en el mundo exterior a imagen y semejanza de él. En este acto orgásmico, en este intercambio y fusión de energías todas las cosas son creadas. Lo masculino no puede manifestar sin lo femenino, y lo femenino no puede crear sin lo masculino; ambos son esenciales para la existencia.
Es de suma importancia entender que los hombres necesitan con urgencia despertar a sus almas para sanar y ser capaces de vivir en su divina energía masculina. Nosotras, mujeres, estamos acá para multiplicar cualquier cosa que ellos nos dan, ese es nuestro super poder al cual debemos honrar. No somos menos humanos por eso, no somos menos poderosas o menos importantes: somos diferentes y ese es el secreto. Un hombre que llega a nosotras y solo pretende estar bien internamente, en un nivel energético, nos está dando cargas emocionales sin resolver que nosotras, querramos o no, las vamos a reproducir. Nosotras multiplicaremos en nuestra realidad lo que hayamos recibido, y es en ese momento cuando ellos verán reflejado en nostras lo que no fueron capaces de resolver solos, y es en ese momento cuando ellos vuelven a tener la oportunidad de sanar. Un hombre que llega a nosotras espiritualmente despierto y consciente, nos está dando, a nivel energético, patrones de conducta que completaron una sanación, y eso nos brinda seguridad. De nuevo, querramos o no, los vamos a reproducir. Vamos a reproducir lo que se nos ha dado y darememos nacimiento a más sanación, más admiración, más seguridad, y a un sin fin de expresiones de amor. Nosotras como mujeres tenemos ese poder, y es sagrado. Es nuestra responsabiliad aprender sobre ello, estudiar cómo funciona, buscar por nuestras virtudes divinas y aferrarnos a ellas con todo nuestro corazón. Nuestro acto consciente crea el campo energético para que la energía masculina en el mundo evolucione. Las leyes universales recompensan nuestros trascendentes actos de valentía con la masculinidad divina, protección sagrada y guía iluminada por el resto del viaje.
La vida está diseñada para expandirse por siempre. El viaje es el mismo para todos nosotros, sin embargo, la velocidad y el impacto del cambio son diferentes si lo transitamos solos o si lo transitamos juntos.
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